El amor y otros demonios
Le advertí a Rita una y otra vez que aquello solo le podría llevar a problemas y que si se salvaba de la quema su vida estaría en peligro para siempre y que si eso era lo que ella quería, vivir con una amenaza constante, en una jaula y sin escapatoria. Ella miró hacia el vacío mientras estábamos en una playa de atardeceres violetas. ¿Nunca te has despertado un día con la certeza de que la batalla está perdida? Igual que hay un día donde decides tener conciencia de las cosas y te ilusionas con que formas parte de una rueda divina, también hay un día en que ya no hay esperanza. Es un clik, y la campana hace mucho que ha sonado para mí.
- ¿Y que hay de nuestro amor? ¿Ya no es suficiente?
Ella me miró con todo el cariño que hacía tiempo no reconocía en su vientre maltrecho y me acunó como una niña durante largo rato. Mis lágrimas se volvieron azules y ya no quise saber más de lazos con nadie.
De todas formas el limonero sigue creyendo en el amor, que suerte haberlo vivido..Yo quiero ser pájaro amarillo entre collares de semillas de colores!!!
Foto en puesto de artesanos, 2006
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