Al final y tras varias sesiones de intercambio de opiniones tanto con personas del mismo sexo como del contrario sobre variada casuística de las relaciones de chicos y chicas de treinta y tantos, una llega a la conclusión que no existe eso de “la espantada masculina”, al menos en los términos en que lo planteamos las féminas. Si comienzas la deliciosa aventura de conocer a alguien que te gusta, pues corres el riesgo de que no funcione, y ese riesgo aumenta exponencialmente con la edad . Las mujeres en este caso somos tendentes a analizar la cuestión de forma minuciosa y dándole vueltas desde nuestro enfoque, que si tiene miedo, que si te ha interpretado de forma incorrecta lo que has dicho o hecho, que se ha montado una fantasía en la cabeza respecto al compromiso que tu ni te has planteado, que si tal y que si cual. Yo en definitiva creo que esta cuestión se zanja afirmando que tal espantada no existe y que si el tio se larga, o tu lo largas anticipándote no se sabe que abrupto desenlace y se acaba fastidiando igual, lo de menos es saber todos los pormenores de su mente consciente/inconsciente, sino que simplemente NO LE GUSTAS LO SUFICIENTE. Esto cuesta admitirlo, esto nos cuesta admitirlo, y en mi caso reconozco que me cuesta ya que tengo el ego muy reforzado a los largo de los años, pero es mejor aceptar que hay mucha gente a la que podemos no gustar. Pero una vez asumido, una se libra de pensamientos recurrentes y su vida continua donde estaba antes sin traumas . A pesar de esto tampoco hay que equivocarse porque muchos de ellos disfrazados de lobos, resulta que se comen mas el coco y te dan mil vueltas en ese sentido, y de eso te das cuenta un tiempo después. Y como su conducta es aparentemente impecable y no delata nada sobre todo al principio, pues se libran de la etiqueta. Menudo chollo cuando te favorecen los clichés. En ese sentido ellos juegan con ventaja.
Pero a veces es agotador tratar en este mar de los solteros/as porque las mujeres nos reforzamos unas a otras, y los hombres imagino que también. Así que en esta ocasión me he puesto a hablar con amigos (que son mayoría respecto a mis amigas con diferencia), y la verdad, me ha resultado divertido y sobre todo esclarecedor. Y es que después de un largo recorrido de descripciones de una situación y sus múltiples variantes, el amigo va y dice “ Te llamará porque quiere follar, le gustas, pero de algo mas yo que se”. Sin embargo si se lo cuentas a una amiga, te suele decir que el chaval tiene miedo porque eres una tia independiente, fuerte y no se cuantas mas chorradas y que no se atreve contigo, o peor, te programa de forma secuenciada las actitudes-acciones que debes asumir a partir de ahora para que el hombre se de cuenta que eres la mujer de su vida. Y tú te quedas de piedra aunque te partas de la risa, y te vuelves a tu casa con la convicción de que debes volver a resolver tus temas como antes, es decir, sola y no hacer consultas nunca más. Y si las vuelvo a hacer mejor preguntar al género masculino que me dirá la verdad cruda y desnuda pero será eficaz porque conoce a sus congéneres y sus conductas mejor que tu.
Lo malo de todo esto es que cuando te pregunta una amiga (y últimamente me han preguntado algunas) caes en los mismos preconceptos y para consolarla aunque deberías ser sincera y decir “Yo veo claramente que debes pasar a otra cosa porque el tio no está interesado”, va y le das rodeos a la cuestión y la animas a intentar alguna cosilla más. Pero admito que solo lo he hecho una vez y no repito, que luego una no puede dormir bien, y menos con este frío helado que se nos ha echado encima y por el cual en vez de salir escribo estos post tan largos. Este instinto de amortiguador que tenemos las mujeres es un terrible defecto que deberíamos ir eliminando, el complejo de madres, de cuidadoras de inseguridades ajenas, como cuando les decimos que ha estado bien cuando en realidad nos gustaría sugerirles otro ritmo y otra forma de acariciar y lo vamos posponiendo para cuando haya mas confianza (lo malo es cuando el intento de conocer al otro dura menos que un caramelo en un cole , te quedas con la miel en los labios), y mientras tanto nosotras jodidas, y no precisamente contentas como dice la canción. Pero es que tenemos una idea de que el ego masculino en cuanto a la sexualidad es muy frágil y nos pasamos la vida creando (algunos, solo algunos) super hombres que afirman que todas las chicas con las que han estado están super satisfechas. Y cuando les preguntas que cómo lo saben pues estos “algunos” te afirman con una seguridad aplastante que se lo han dicho ellas, y es cuando la mandíbula se te encaja y le cuesta volver a su lugar. Y es cuando decides que vivimos en una realidad tan subjetiva que asusta como la especie se ha propagado a pesar de ello.
Si parezco una cínica, de veras que no lo soy, todo lo contrario. Adoro a los hombres, y he tenido una suerte gigantesca en ese sentido, pero llevo una rachita complicada que a veces me da la sensación de que ya no tiene vuelta atrás hasta que cumpla los 40, y será entonces que me volveré etérea y todo será una burbuja de posibilidades y placeres infinitos donde pasaré de todo a lo Maruja Torres. Y aún quedan algunos años para eso así que hoy tengo un día “rojo” pensando en todo lo que tengo que esperar para volver a flipar dos días seguidos en posición horizontal con un hombre y donde el aire se llene de sensualidad, risas, ternura y juegos por todas partes sin mas pretensión que prolongarlo hasta que dure la magia. Hoy día tengo que reconocer que me cuesta verme en una relación estable por muchas razones como las expuestas hasta ahora y otras tantas, aunque en mi espíritu contradictorio lo esté deseando. Y por eso lo hombres, “algunos” piensan que somos complicadas, y con razón. Pero ellos también nos adoran, seguro.
Recomiendo “Antes que anochezca” peliculas que como pocas y sin romanticismos trasnochados desmonta todo lo afirmado hasta hora y te reconcilia con la magia y la conexión entre hombre y mujer.